La Piazza Navona se asienta sobre los cimientos del Estadio de Domiciano (Stadio di Domiziano), construido en el siglo I d. C. por el emperador Domiciano como sede de competiciones atléticas. El estadio tenía capacidad para más de 20.000 espectadores y era un reflejo de la pasión de Roma por el deporte y el entretenimiento público. Para el siglo XV, los restos del estadio se transformaron en una plaza pública abierta. El embellecimiento de la Piazza Navona en el siglo XVII, bajo el papado de Inocencio X, se convirtió en un arquetipo de las obras barrocas, atribuidas a figuras como Gian Lorenzo Bernini y Francesco Borromini.
La drástica transformación de la plaza durante el Barroco no solo implicó arte por razones estéticas; al contrario, fue catalizada por cierta ambición papal. El papa Inocencio X, cuya residencia familiar, el Palazzo Pamphilj, se encuentra frente a la plaza, la concibió como un gran escenario cívico a la altura de cualquier otro en Europa. Con esto en mente, el encargo de la Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini sería el centro: la joya escultórica que simboliza la expansión espiritual de la Iglesia por el mundo; mientras tanto, Borromini trabajaría en la creación de la nueva fachada de Santa Inés en Agonía, casi justo enfrente de la fuente de Bernini, iniciando así un diálogo arquitectónico perdurable que aún inspira tanto a historiadores como a visitantes. Gracias a esta remodelación, la Piazza Navona se convirtió en el medio teatral que describía las luchas de poder entre el arte, la arquitectura y la religión en la Roma barroca.
1. Fuente de los Cuatro Ríos (Fontana dei Quattro Fiumi)
Construida por Gian Lorenzo Bernini en 1651.
La fuente representa simbólicamente los cuatro grandes ríos de los cuatro continentes conocidos en aquella época:
2. Iglesia de Santa Inés en Agonía
3. Fontana del Moro y Fontana del Nettun
Artistas y artistas callejeros: Ya sea música, pintura o caricatura, la plaza está llena de talento.
Cena al aire libre: En uno de los muchos cafés y restaurantes podrá degustar comida italiana mientras disfruta de las vistas.
Visite las ruinas subterráneas: Visite los restos del Estadio de Domiciano mediante visitas guiadas o a través de los puntos de acceso cercanos a la Piazza.
Compre artesanía y recuerdos locales, especialmente durante las fiestas, cuando los mercados iluminan toda la plaza.
Disfrute de los últimos rayos del atardecer mientras la hora mágica crea un aura brumosa y encantadora sobre las fuentes y las fachadas.
Mañana: La tranquilidad es ideal para tomar fotografías y disfrutar de un tranquilo café.
Noche: La energía se siente como música, luces y espectáculos.
Diciembre: El Mercado Navideño de la Piazza Navona es sin duda una de las tradiciones más celebradas de Roma.
A pie: Está en el centro, a un corto paseo del Panteón o del Campo de' Fiori.
En autobús: Las líneas 30, 70, 81, 87 y 492 paran cerca.
En metro: Las estaciones de metro más cercanas son Spagna (línea A) y Barberini; ambas estaciones están a 10-15 minutos a pie.
Evita el bullicio llegando temprano o tarde.
Elige bien tus restaurantes; algunos pueden ser trampas para turistas. Consulta las reseñas antes de ir.
Contrata un guía para comprender mejor el arte, la arquitectura y la historia.
Ten cuidado con los carteristas, especialmente en zonas concurridas.
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